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miércoles, agosto 24, 2005

SER UN ADULTO MAYOR:

Envejecer es un proceso psico-social individual y de cómo se significa esta etapa que toca vivir. La actitud con la cual se afronta lo que nos ocurre puede ser ejerciendo voluntad o encarando con ánimo los hechos. Si es positivo, el propio esfuerzo ayuda a buscar la solución a los problemas aceptando y asumiendo las pérdidas que van ocurriendo.

Cada uno de nosotros tiene un papel protagónico en la construcción de su propio bienestar. Como se adoptan los cambios del organismo y del medio, nos hace buscar respuestas a los problemas que se presentan, sin perder la percepción de bienestar y sentirse interesados en la propia existencia.

El deterioro biológico y los cambios en el entorno, disminuyen los incentivos para mantenerse activos, entonces, según dos grandes autores de la psicología, Frankl y Erikson, dicen.

1) Mantener la función generativa: Las personas necesitan seguir realizando actividades para sentirse satisfechos.
2) Conseguir la integridad: Mediante el trabajo interno de introspección, aceptarse a aí mismo tal cual se es, y lo que ha sido nuestra vida. Sentir y descubrir que se cumplió una misión en nuestra existencia. Sentirse en paz, con menos exigencias y más aceptación y comprensión.
3) Encarar lo inevitable: Para ser capaz de asumir pérdidas y aceptar el dolor. Tenemos la libertad de enfrentar las limitaciones y asumir con responsabilidad y ánimo positivo o negativo. Entonces, el sufrimiento pasa a ser un desafío personal para fortalecerse y sentirse más grande.
4) Aprender a expresar nuestras emociones:
5) Incentivar el trabajo para conseguir mejores logros en el taller.

Esto que hemos revisado serán algunos de los objetivos que se buscan en el taller que yo realizo. Mi misión es trabajar estimulando las relaciones psicosociales y físicas. Aprender a dar y recibir, produciendo una positiva interacción para aumentar nuestra autoestima y salud.

martes, agosto 23, 2005




Vejez y Calidad de Vida

La Aptitud No tiene Edad

En una nota publicada por el diario La Nación de Buenos Aires, se describe el caso de un maestro que demandó por discriminación al Gobierno de la Ciudad, debido a que el estatuto del docente en vigencia impide concursar a los mayores de 40 años. Con respecto al tema en cuestión, y a raíz de las denuncias por hechos similares recibidas en la Defensoría del Pueblo, este organismo ha sostenido institucionalmente que, en oportunidad de sancionarse la ley de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, debía determinarse expresamente la prohibición de supeditar la incorporación y promoción en la carrera docente a cualquier otra condición que no sea la aptitud profesional y disponerse lo necesario para evitar la abdicación de toda norma que resultara violatoria de los derechos humanos e implicara discriminación en el ejercicio de la docencia. Para ello, se ha basado en la legislación internacional recogida por la Constitución Nacional y en lo establecido por el Art. 11 de la Carta Magna de la Ciudad, donde se determina que todas las personas tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley y que no se admiten discriminaciones que tiendan a la segregación por razones de raza, etnia, género, sexo, edad, religión, etc. Tambien señala que resulta razonable exigir una edad mínima para acceder al ejercicio de la docencia, tomando en consideración la responsabilidad que entraña la formación de los menores, pero nada indica que alcanzado el nivel de maduración, corresponda desdeñar la experiencia de vida que es capaz de aportar quien -además- ha cumplido con los requisitos generales de formación profesional.En concordancia con lo expuesto, la Ciudad debe promover la remoción de los obstáculos de cualquier orden que, limitando de hecho la igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y la efectiva participación en la vida política, económica o social de la comunidad.




Aquí publico uno de los artículos que se trabaja en el Taller de Adultos Mayores de la UCINF.

TALLER DE ACTIVACIÓN DE HABILIDADES GENERALES Y ESTRATEGIAS PARA EL ADULTO MAYOR

TERCERA EDAD Y MEMORIA

En la Asamblea de la ONU sobre la Tercera Edad, celebrada en Viena en 1982, se abre una puerta hacia una mejor distinción entre las manifestaciones patológicas de la vejez y las manifestaciones propias del envejecimiento normal. Gracias a ello, ahora se puede combatir la anterior tendencia a considerar el envejecimiento como sinónimo de enfermedad. Esta declaración de la ONU viene a poner de relieve la importancia que de unos años a esta parte se está concediendo a la investigación sobre la memoria, tanto en lo que se refiere a sus estructuras y procesos, como a estudiar y poner en práctica programas que ayuden a nuestros mayores a solucionar los problemas cotidianos relacionados con su memoria.
¿Qué le está pasando a mi memoria? ¿Por qué no me acuerdo de algunas cosas?
Es sabido que una de las quejas más frecuentes en las personas de la tercera edad es la pérdida de memoria. Existe una idea muy extendida relacionada con esta problemática, en el sentido de asociar el déficit de memoria con trastornos orgánicos, sobre todo demencias, y funda-mentalmente la demencia tipo Alzheimer, hasta el punto de que hoy en día hay una gran sensibilización hacia este problema.
La causa del déficit de memoria puede ser muy diversa. En unos casos puede ser un síntoma del comienzo de alguna enfermedad neurodegenerativa, como en las demencias; en otros casos, estos déficits pueden estar ocasionados por trastornos clínicos como ansiedad, depresión, etc. Pero además, existen una serie de problemas de memoria relacionados con el envejecimiento normal, que constituyen lo que se denomina "Pérdida de memoria asociada a la Edad".

¿Qué es la Memoria? ¿Dónde guardamos nuestros recuerdos?

Una definición del término memoria hace referencia al conjunto de sistemas que permiten adquirir, retener y recuperar información.
La memoria no es un concepto unitario, sino que se pone de manifiesto en diversas situaciones. Por ejemplo, recordar un número de teléfono durante un breve espacio de tiempo, recordar si hemos regado las plantas, reconocer un perro como un ser vivo, ejecutar una acción, como por ejemplo aprender a tocar un instrumento musical.
Un primer sistema es el denominado Memoria sensorial, que es el encargado de recoger la información que recibimos por los sentidos.
Existe un segundo sistema denominado Memoria a corto plazo, que se considera una memoria operativa, donde la información permanece por un breve espacio de tiempo. Es imprescindible para trabajar en tareas como recordar un número de teléfono, recordar una frase que acabamos de leer en el periódico, transmitir un recado que nos han dado, etc.
Y por último un tercer sistema llamado Memoria a largo plazo o memoria permanente, que se refiere al conjunto de conocimientos acerca del mundo, así como de nuestras experiencias; en él permanecería la información un largo periodo de tiempo.

¿Qué fases que intervienen en la memoria?

Las fases fundamentales de la memoria son:
1) la codificación (fase de adquisición)
2) el almacenamiento o tiempo que permanece en la memoria la información (fase de retención),
3) y la fase en que traemos los recuerdos a nuestra mente (fase de recuperación).

¿Qué podemos hacer para mejorarla?

Ya hemos dado un primer paso para "atacar" a estos olvidos que nos preocupan diariamente; conocer cómo funciona nuestra memoria. Ahora, un paso más es empezar por descartar ideas falsas, como que "las personas mayores por desgracia ya no tienen memoria", "que no pueden mejorarla", etc. Debemos optar por una visión más positiva acerca de nosotros mismos y ponernos a "trabajar" nuestra memoria.
No nacemos con buena o mala memoria, por lo tanto podemos aprender a mejorarla utilizando diversas estrategias. Por otra parte tenemos que saber que cuando tenemos mucho estrés o estamos preocupados por diversos problemas, nuestra memoria se ve afectada y tendemos a recordar peor.
A continuación lo que vamos a hacer es aprender a poner en práctica una serie de estrategias:
1- En la fase de CODIFICACIÓN, lo más importante es prestar atención a la información que nos llega y que queremos retener. Podemos entre otras cosas:
-No atender a varias cosas a la vez, pues no haremos bien ninguna.
-No preocuparnos excesivamente por los problemas, pues dificulta el registro de la información.
-Realizar ejercicios de atención, entrenarla. Podemos por ejemplo: Leer el periódico, fijarnos en nombres propios y recordarlos después. Tachar todas las letras mayúsculas de un texto; Hacer ejercicios de sopas de letras, en los que se buscan palabras. En fin, tareas sencillas que nos ayudan a mantener nuestra atención para poder ponerla después a trabajar en nuestro quehacer diario.

2-En la fase de RETENCIÓN , se pueden utilizar diversos mecanismos, como:
-Asociación: se trata de asociar la información que nos llega con otra que nos resulte más familiar, por ejemplo, asociar el nombre de una persona con alguien conocido, un número de teléfono con alguna fecha conocida, edad, número de piso, etc.
-Categorización: lo que tenemos que hacer es ordenar las cosas según un criterio, utilizando las características comunes a los objetos. Por ejemplo, recordar la lista de la compra, agrupando por categorías las frutas, carnes, lácteos, artículos de limpieza, etc.
-Verbalización-Repetición: en este caso, al realizar la acción, repetir en voz alta lo que estamos haciendo.
-Visualización: Se trata de "ver mentalmente" aquello que queremos recordar. Por ejemplo, para saber cuantas puertas hay en casa, podemos recorrer la casa mentalmente y "ver" las puertas de cada habitación; si queremos recordar un objeto, lo imaginamos, lo vemos mentalmente con todos sus detalles; o imaginar una cara con sus ojos, nariz, etc. para recordarla después.
3-En la fase de RECUERDO, lo que tratamos de hacer es evocar la información que hemos registrado en las anteriores etapas. Debemos buscar referencias e indicios que hemos recogido en las fases de registro y retención, debemos repensar, volver al último lugar donde hemos estado, etc. Pero para esto es muy importante tener en cuenta lo siguiente:
-La tensión y el estrés nos hace sufrir, nos producen alteraciones de todo tipo, tanto psicológicas como orgánicas. Así mismo, producen trastornos en la memoria, pues dificultan la fase de registro. Por tanto, debemos aprender a estar más tranquilos. Podemos aprender a relajarnos.
-Las cosas se nos olvidan por varias razones, entre ellas, la falta de uso, interferencias entre lo antiguo y lo nuevo, fallos en alguna fase de la memoria, etc. Sin embargo, debemos tener en cuenta que olvidar también es necesario. No podríamos mantener a lo largo de la vida todo lo que entra por nuestros sentidos. Lo que tenemos que procurar es recordar lo importante y olvidar lo que no sirve para nada.
Una vez que conocemos las fases de la memoria y los aspectos que pueden estar influyendo en nuestro rendimiento, seguramente nos vamos a preguntar qué hacemos en concreto en esas situaciones en la que tenemos pequeños olvidos cotidianos, y que afectan en gran medida a nuestro bienestar diario, por ser un reto para nuestra memoria.
Ya hemos dado un primer paso para "atacar" a estos olvidos que nos preocupan diariamente; conocer cómo funciona nuestra memoria. Ahora, un paso más es empezar por descartar ideas falsas, como que "las personas mayores por desgracia ya no tienen memoria", "que no pueden mejorarla", etc. Debemos optar por una visión más positiva acerca de nosotros mismos y ponernos a "trabajar" nuestra memoria.

¿Dónde he puesto las llaves? ¿Me he tomado las medicinas?
Estas situaciones cotidianas pueden ser de tres tipos:
-No recordar lo que hemos hecho con anterioridad: cerrar los grifos, cerrar la puerta, el gas, dónde hemos puesto las gafas, etc.
-Olvidar lo que tenemos que hacer en un futuro próximo: cita con el médico, tomar la medicación, dar un recado, etc.
-Olvido de una conversación, de un nombre, lo que acabamos de leer, seguir una noticia televisiva, etc.
Teniendo en cuenta que en cada tipo de olvido se pueden adoptar estrategias diferentes que comentaremos con más detalle en otro momento, como norma general y para que vayamos empezando a trabajar nuestra memoria vamos a seguir una serie de pasos:
a) Para que no se olvide:
1. Atención2. Verbalización3. Visualización
b) Para recordar después:
1. Repensar2. Buscar indicios o señales3. Volver al lugar donde acabamos de estar
Como resumen, quiero dejar constancia de que con atención, esfuerzo y ejercicio, no solamente seremos más eficaces con nuestra memoria, sino que comprobaremos que nuestro rendimiento en las tareas cotidianas se ve incrementado, lo que repercutirá en nuestro estado de ánimo. Todo ello va a influir en nuestras relaciones con los demás y en una calidad de vida que sin ninguna duda nos tenemos merecida.

¡ A trabajar!
Nunca es tarde para descubrir nuestras habilidades, nunca es tarde para descubrirnos... aunque pase el tiempo, aprovechemos nuestras habilidades, nuestros TALENTOS y adelante!!!

HABILIDADES

¿Qué es habilidad?

La habilidad es el grado de competencia de un sujeto concreto frente a un objetivo determinado. Es decir, en el momento en el que se ha alcanzado el objetivo propuesto en la habilidad, se considera que ésta se ha logrado a pesar de que este objetivo se haya conseguido de una forma poco depurada y económica. Se considera a la habilidad como a una aptitud innata o desarrollada o varias de estas, y al grado de mejora que se consiga a esta/s mediante la práctica, se le denomina talento.
Definición:
f. Capacidad, inteligencia y disposición para realizar algo.
Lo que se realiza con gracia y destreza: nos mostró sus habilidades al volante.
1 Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad 2 Lo que alguien realiza con facilidad, gracia y destreza: Los niños disfrutaron con las habilidades del mago.

COMPETENCIAS
Se define como el punto de encuentro entre la Organización que necesita que sus integrantes sean expertos con nivel de excelencia en determinados desempeños y el individuo, que desea desarrollarse personal y profesionalmente.
Las Competencias son factores de superación individual y grupal, que permiten el desarrollo de los recursos personales para integrarlos en las posibilidades del entorno y obtener así, de esa complementariedad, el mayor beneficio mutuo.
En el ámbito personal, las Competencias son efectivas en la medida en que cada uno establece la base y referencia de superación en sí mismo. Así somos competentes en la medida en que alcanzamos logros efectivos. El origen de esos logros está en el perfeccionamiento de nuestras cualidades personales, tanto individuales como sociales.

DEFINICIÓN DE LAS COMPETENCIAS
Existen múltiples acepciones de Competencia (Levy-Leboyer, 1996), como autoridad, como competición, como incumbencia, como suficiencia, como capacitación, etc.
Según la Real Academia, HABILIDAD es capacidad, disposición e inteligencia para una cosa. Gracia, destreza para ejecutar alguna cosa. Enredo, tramoya hecha con dismulo y astucia.
Sinónimo: Destreza, arte, adiestramiento, capacidad, competencia, disposición, aptitud, inteligencia, desenvoltura.

DESTREZA es habilidad, arte o maña con que se hace una cosa.
Sinónimo: Maestría, pericia, agilidad. COMPETENCIA es aptitud, capacidad, idoneidad. Incumbencia.
Sinónimo: Idoneidad, habilidad, disposición, suficiencia, talento.
Puede tomarse como definición de Competencia
"el conocimiento, la capacidad, habilidad o destreza adquiridos, que dan lugar a un buen nivel de desarrollo y actuación".